8/3/13

ANTROPOLOGIA TEOLÓGICA (curso 2013)


Los alumnos del segundo ciclo de la Escuela Superior de Educación Religiosa tienen que desarrollar los dos trabajos escritos de nuestro curso, para entregarmelos físicamente el sábado 27 de abril del 2013, día en el que rendirán el examen final del curso, en el local de la ESER   (importante: revisa el balotario del examen final que se encuentra aquí).

TRABAJOS ESCRITOS

Sábado 27 de abril  -  único día de entrega de los dos trabajos.

TRABAJO 01 
ORGANIZADORES VISUALES DE
ALGUNOS TEMAS ANTROPOLÓGICOS ACTUALES
Elaborar a mano, en un organizador visual (cuadro sinóptico, etc.), 
un resumen minucioso sobre:
1. VISIONES INADECUADAS DEL HOMBRE
(Puebla. III Conferencia General del Episcopado Latinoamericano nn. 305-315)
2. IDEOLOGÍA DE GÉNERO I:  
EL FEMINISMO DE GÉNERO, 
NEOMARXISMO, CUANDO LA NATURALEZA ESTORBA, UNA BUENA ESCUSA: LA MUJER.
(“La ideología de género: Sus peligros y alcances” Comisión ad–hoc de la mujer, Conferencia Episcopal Peruana)
3. IDEOLOGÍA DE GÉNERO II:  
EL OBJETIVO DECONSTRUIR LA SOCIEDAD, 
PRIMER BLANCO LA FAMILIA, SALUD Y DERECHOS REPRODUCTIVOS
(“La ideología de género: Sus peligros y alcances” Comisión ad–hoc de la mujer, Conferencia Episcopal Peruana)


TRABAJO 02 
ORGANIZADORES VISUALES DE ALGUNOS TEMAS
ANTROPOLÓGICOS DEL CATECISMO DE LA IGLESIA
Elaborar a mano, en un organizador visual (cuadro sinóptico, etc.), 
un resumen minucioso sobre:
1. A IMAGEN DE DIOS
(Catecismo de la Iglesia Católica nn. 356-361)
2. CORPORE ET ANIMA UNUS
(Catecismo de la Iglesia Católica nn. 362-368)
3. HOMBRE Y MUJER LOS CREÓ
(Catecismo de la Iglesia Católica nn. 369-379)

EXAMEN FINAL DEL CURSO

Sábado 27 de abril  -  fecha programada por la ESER para rendir el examen final del curso.

A continuación, para prepararse debidamente para el examen, ponemos a su disposición el balotario desarrollado que servirá de base para la elaboración de la prueba escrita.


BALOTARIO DE ANTROPOLOGICA TEOLOGICA

1. ¿Qué es la antropología teológica?

La antropología teológica es la doctrina teológica que reflexiona sobre la naturaleza del hombre a partir de las verdades reveladas en Jesucristo, y confronta la visión cristiana del ser humano con los diversos enfoques antropológicos filosóficos, científicos y culturales que encontramos en nuestra sociedad. La teología católica considera que las verdades reveladas iluminan la comprensión de la naturaleza humana. Como afirma la Iglesia en la Constitución Gaudium et Spes: El misterio del hombre sólo se esclarece en el misterio del Verbo encarnado.

2. ¿En qué consiste la visión determinista del hombre, que encontramos en América Latina?

La visión determinista del hombre que podemos constatar en América Latina, relacionada a la erupción del alma religiosa primitiva de nuestras culturas, ofrece una visión de la persona como prisionera de las formas mágicas de ver el mundo y actuar sobre él. El hombre no es dueño de sí mismo sino víctima de fuerzas ocultas. No queda mas que colaborar con esas fuerzas o anonadarse ante ellas (de aquí la práctica de la hechicería y el interés creciente por los horóscopos en algunas regiones). Se agrega a veces, la creencia en la reencarnación por parte de los adeptos de varias formas de espiritismo y de religiones orientales. No pocos cristianos, al ignorar la autonomía propia de la naturaleza y de la historia, continúan creyendo que todo lo que acontece es determinado e impuesto por Dios.

3. ¿En qué consiste la variante fatalista y social de la visión determinista del hombre, que encontramos en América Latina?

La variante de la visión determinista del hombre, de tipo fatalista y social, se apoya en la idea errónea de que los hombres no son fundamentalmente iguales. Semejante diferencia articula en las relaciones humanas muchas discriminaciones y marginaciones incompatibles con la dignidad del hombre. Más que en teoría, esa falta de respeto a la persona se manifiesta en expresiones y actitudes de quienes se juzgan superiores a otros. De aquí, con frecuencia, la situación de desigualdad en que viven obreros, campesinos, indígenas, empleadas domésticas y tantos otros sectores.

4. ¿En qué consiste la visión psicologista del hombre, que encontramos en América Latina?

En la visión psicologista, restringida a ciertos sectores de la sociedad latinoamericana, cobra cada vez más importancia la idea de que la persona humana se reduce en última instancia a su psiquismo. La visión psicologista del hombre, según su expresión más radical, presenta a la persona como víctima del instinto fundamental erótico (psicoanálisis) o como un simple mecanismo de respuesta a estímulos, carente de libertad (conductismo). Cerrada a Dios y a los hombres, ya que la religión como la cultura y la propia historia serían apenas sublimaciones del instinto sensual, la negación de la propia responsabilidad conduce no pocas veces al pansexualismo y justifica el machismo latinoamericano.

5. ¿En qué consiste la visión economicista "consumista" del hombre, que encontramos en América Latina?

La visión consumista del hombre es la menos consciente y la más generalizada. La persona humana está como lanzada en el engranaje de la máquina de la producción industrial; se la ve apenas como instrumento de producción y objeto de consumo. Todo se fabrica y se vende en nombre de los valores del tener, del poder y del placer como si fueran sinónimos de la felicidad humana. Impidiendo así el acceso a los valores espirituales, se promueve, en razón del lucro, una aparente y muy onerosa "participación" en el bien común.

6. ¿En qué consiste la visión economicista "liberalista" del hombre, que encontramos en América Latina?

El liberalismo económico, de praxis materialista, nos presenta una visión individualista del hombre. Según ella, la dignidad de la persona consiste en la eficacia económica y en la libertad individual. Encerrada en sí misma y aferrada frecuentemente a un concepto religioso de salvación individual, se ciega a las exigencias de la justicia social y se coloca al servicio del imperialismo internacional del dinero, al cual se asocian muchos gobiernos que olvidan sus obligaciones en relación al bien común.

7. ¿En qué consiste la visión economicista "marxista" del hombre, que encontramos en América Latina?

El marxismo clásico substituye la visión individualista del hombre por una visión colectivista, casi mesiánica, del mismo. La meta de la existencia humana se pone en el desarrollo de las fuerzas materiales de producción. La persona no es originariamente su conciencia; está más bien constituida por su existencia social. Despojada del arbitrio interno que le puede señalar el camino para su realización personal, recibe normas de comportamiento únicamente de quienes son responsables del cambio de las estructuras socio-político-económicas. Por eso, desconoce los derechos del hombre, especialmente el derecho a la libertad religiosa, que está a la base de todas las libertades. De esta forma, la dimensión religiosa cuyo origen estaría en los conflictos de la infraestructura económica, se orienta hacia una fraternidad mesiánica sin relación a Dios. Materialista y ateo, el humanismo marxista reduce el ser humano en última instancia a las estructuras exteriores.

8. ¿En qué consiste la visión estatista del hombre, que encontramos en América Latina?

La visión que podríamos llamar estatista del hombre tiene su base en la teoría de la Seguridad Nacional. Pone al individuo al servicio ilimitado de la supuesta guerra total contra los conflictos culturales, sociales, políticos y económicos y, mediante ellos, contra la amenaza del comunismo. Frente a este peligro permanente, real o posible, se limitan, como en toda situación de emergencia, las libertades individuales y la voluntad del estado se confunde con la voluntad de la nación. El desarrollo económico y el potencial bélico se superponen a las necesidades de las masas abandonadas. Aunque necesaria a toda organización política, la Seguridad Nacional vista bajo este ángulo se presenta como un absoluto sobre las personas; en nombre de ella se institucionaliza la inseguridad de los individuos.

9. ¿En qué consiste la visión cientista del hombre, que encontramos en América Latina?

La visión cientista del hombre sólo reconoce como verdad lo que la ciencia puede demostrar; el mismo hombre se reduce a su definición científica. En nombre de la ciencia, cuya vocación es la conquista del universo, todo se justifica, incluso lo que constituye una afrenta a la dignidad humana. Al mismo tiempo se someten las comunidades nacionales a decisiones de un nuevo poder, la tecnocracia. Una especie de ingeniería social puede controlar los espacios de libertad de individuos e instituciones, con el riesgo de reducirlos a meros elementos de cálculo.

10. ¿En qué consiste la visión del hombre que encontramos en la ideología de género, que se esta propagando en América Latina?

La ideología de género considera que la visión tradicional del ser humano, solo como varón y mujer, es equivocada, pues cada persona puede escoger su orientación sexual, lo cual establecería más de dos géneros: varón, mujer, homosexual, lesbiana, bisexual. Afirman, desde un análisis “neomarxista”, que la desigualdad y el abuso del varón sobre la mujer ha determinado la idea de que sólo hay dos géneros, que todo es producto de la cultura y de las conveniencias de las estructuras sociales de una injusta sociedad machista. Quieren rebelarse contra esto y dejar a la libertad de cada cual el tipo de "género" al que quieren pertenecer, todos igualmente válidos. Esto hace que heterosexuales, homosexuales, lesbianas, y bisexuales sean simplemente modos de comportamiento sexual producto de la elección de cada persona, libertad que todos los demás deben respetar. Toda la existencia humana queda “relativizada” ante una ideología cerrada que rechaza el valor de la vida y de la familia.

11. ¿Tenemos una visión cristiana del hombre? ¿Dónde la encontramos?



Los católicos si tenemos una doctrina antropológica, elaborada a partir de lo que enseña la Biblia, la Tradición de la Iglesia y el Magisterio eclesial. Una buena sintesis de la antropología católica la encontramos en los números 355 al 373 del Catecismo de la Iglesia Católica, que desarrollan la visión cristiana que los creyentes tenemos del ser humano. Son verdades que brotan de la fe. Es una antropología teológica que puede iluminar, sin sustituirla, tanto nuestra busqueda filosófica, como nuestra investigación científica sobre la naturaleza del hombre.


12. ¿En qué sentido el hombre es creado «a imagen de Dios?»

El hombre ha sido creado a imagen de Dios, en el sentido de que es capaz de conocer y amar libremente a su propio Creador. Es la única criatura sobre la tierra a la que Dios ama por sí misma, y a la que llama a compartir su vida divina, en el conocimiento y en el amor. El hombre, en cuanto creado a imagen de Dios, tiene la dignidad de persona.

13. ¿Por qué decimos que el ser humano es persona?

Decimos que el ser humano tiene la dignidad de persona, ya que no es solamente algo, sino alguien. Es capaz de conocerse, de poseerse y de darse libremente y entrar en comunión con otras personas; y es llamado, por la gracia, a una alianza con su Creador, a ofrecerle una respuesta de fe y de amor que ningún otro ser puede dar en su lugar.

14. ¿Para qué fin ha creado Dios al hombre?

Dios ha creado todo para el hombre, pero el hombre ha sido creado para conocer, servir y amar a Dios, para ofrecer en este mundo toda la Creación a Dios en acción de gracias, y para ser elevado a la vida con Dios en el cielo. Solamente en el misterio del Verbo encarnado encuentra verdadera luz el misterio del hombre, predestinado a reproducir la imagen del Hijo de Dios hecho hombre, que es la perfecta «imagen de Dios invisible» (Col 1, 15).

15. ¿Por qué los hombres forman una unidad?

Todos los hombres forman la unidad del género humano por el origen común que les viene de Dios. Además Dios ha creado «de un solo principio, todo el linaje humano» (Hch 17, 26). Finalmente, todos tienen un único Salvador y todos están llamados a compartir la eterna felicidad de Dios.

16. ¿De qué manera el cuerpo y el alma forman en el hombre una unidad?

La persona humana es, al mismo tiempo, un ser corporal y espiritual. En el hombre el espíritu y la materia forman una única naturaleza. Esta unidad es tan profunda que, gracias al principio espiritual, que es el alma, el cuerpo, que es material, se hace humano y viviente, y participa de la dignidad de la imagen de Dios.

17. ¿Qué significados tiene el término “alma”?

A menudo, el término alma designa en la Sagrada Escritura la vida humana (cf. Mt 16,25-26; Jn 15,13) o toda la persona humana (cf. Hch 2,41). Pero designa también lo que hay de más íntimo en el hombre (cf. Mt 26,38; Jn 12,27) y de más valor en él (cf. Mt 10,28; 2 M 6,30), aquello por lo que es particularmente imagen de Dios: "alma" significa el principio espiritual en el hombre

18. ¿Quién da el alma al hombre?

El alma espiritual no viene de los progenitores, sino que es creada directamente por Dios, y es inmortal. Al separarse del cuerpo en el momento de la muerte, no perece; se unirá de nuevo al cuerpo en el momento de la resurrección final.

19. ¿Cuál es la dignidad que tiene el cuerpo?

El cuerpo del hombre participa de la dignidad de la "imagen de Dios": es cuerpo humano precisamente porque está animado por el alma espiritual, y es toda la persona humana la que está destinada a ser, en el Cuerpo de Cristo, el Templo del Espíritu: “Uno en cuerpo y alma, el hombre, por su misma condición corporal, reúne en sí los elementos del mundo material, de tal modo que, por medio de él, éstos alcanzan su cima y elevan la voz para la libre alabanza del Creador. Por consiguiente, no es lícito al hombre despreciar la vida corporal, sino que, por el contrario, tiene que considerar su cuerpo bueno y digno de honra, ya que ha sido creado por Dios y que ha de resucitar en el último día” (GS 14,1).

20. ¿Qué relación ha establecido Dios entre el hombre y la mujer?

El hombre y la mujer han sido creados por Dios con igual dignidad en cuanto personas humanas y, al mismo tiempo, con una recíproca complementariedad en cuanto varón y mujer. Dios los ha querido el uno para el otro, para una comunión de personas. Juntos están también llamados a transmitir la vida humana, formando en el matrimonio «una sola carne» (Gn 2, 24), y a dominar la tierra como «administradores» de Dios.

21. ¿Cuál era la condición original del hombre según el designio de Dios?

Al crear al hombre y a la mujer, Dios les había dado una especial participación de la vida divina, en un estado de santidad y justicia. En este proyecto de Dios, el hombre no habría debido sufrir ni morir. Igualmente reinaba en el hombre una armonía perfecta consigo mismo, con el Creador, entre hombre y mujer, así como entre la primera pareja humana y toda la Creación.

22. ¿Cómo se comprende la realidad del pecado?

En la historia del hombre está presente el pecado. Esta realidad se esclarece plenamente sólo a la luz de la divina Revelación y, sobre todo, a la luz de Cristo, el Salvador de todos, que ha hecho que la gracia sobreabunde allí donde había abundado el pecado.

23. ¿En qué consiste el primer pecado del hombre?

El hombre, tentado por el diablo, dejó apagarse en su corazón la confianza hacia su Creador y, desobedeciéndole, quiso «ser como Dios» (Gn 3, 5), sin Dios, y no según Dios. Así Adán y Eva perdieron inmediatamente, para sí y para todos sus descendientes, la gracia de la santidad y de la justicia originales.

24. ¿Qué es el pecado original?

El pecado original, en el que todos los hombres nacen, es el estado de privación de la santidad y de la justicia originales. Es un pecado «contraído» no «cometido» por nosotros; es una condición de nacimiento y no un acto personal. A causa de la unidad de origen de todos los hombres, el pecado original se transmite a los descendientes de Adán con la misma naturaleza humana, «no por imitación sino por propagación». Esta transmisión es un misterio que no podemos comprender plenamente.

25. ¿Qué otras consecuencias provoca el pecado original?

Como consecuencia del pecado original, la naturaleza humana, aun sin estar totalmente corrompida, se halla herida en sus propias fuerzas naturales, sometida a la ignorancia, al sufrimiento y al poder de la muerte, e inclinada al pecado. Esta inclinación al mal se llama concupiscencia.

26. ¿Qué ha hecho Dios después del primer pecado del hombre?

Después del primer pecado, el mundo ha sido inundado de pecados, pero Dios no ha abandonado al hombre al poder de la muerte, antes al contrario, le predijo de modo misterioso –en el «Protoevangelio» (Gn 3, 15)– que el mal sería vencido y el hombre levantado de la caída. Se trata del primer anuncio del Mesías Redentor. Por ello, la caída será incluso llamada feliz culpa, porque «ha merecido tal y tan grande Redentor» (Liturgia de la Vigilia pascual).

27. ¿Por qué es importante la doctrina sobre el pecado para la vida humana?

La doctrina sobre el pecado original, vinculada a la de la Redención de Cristo, proporciona una mirada de discernimiento lúcido sobre la situación del hombre y de su obrar en el mundo. Por el pecado de los primeros padres, el diablo adquirió un cierto dominio sobre el hombre, aunque éste permanezca libre. Ignorar que el hombre posee una naturaleza herida, inclinada al mal, da lugar a graves errores en el dominio de la educación, de la política, de la acción social y de las costumbres.